martes, 9 de junio de 2015

L'Impasto

Estoy emocionado por haber re activado mi blog y como buen gordo no puedo esperar la hora para ir a nuevos restaurantes, huariques, entre otros.

Esta vez decidí ir a comer a L’Impasto, ese restaurante chiquitito entre Av. Reducto y Calle San Martin. De hecho siempre que pasaba caminando por ahí para buscar un taxi o con dirección al grifo decía: “Nunca he venido, debería venir… se ve rico y acogedor”.

Llegue a las 8.30 pm aproximadamente y solo había una mesa, de hecho el lugar es bien chiquito, tendrá entre 5 a 8 mesas y nada más. Me senté en un rinconcito y fui atendido al toque, de hecho era algo lógico si no tenían a quien más atender jajaja.

Como todo amante de las redes lo primero que hice fue chequear las opiniones de #foursquare para darme una idea de cómo era la cuestión ahí dentro. Digamos mi italiano no es bueno, la carta está en ese idioma y era la primera vez que iba. Los comentarios de #foursquare no son para nada buenos, de hecho 9 de 10 tienen algo malo, ya sea el servicio o la comida pero bueno, yo ya estaba sentado ahí.

Nos dieron un abre boca basado en una masa media elástica-crujiente que se supone debería haber pasado como pan al ajo pero no tenía nada de ajo y nada de pan pero para juguetear con el aceite de oliva, funcionaba. No le tome foto porque me moría de hambre.

Como entrada pedí unas Bruschettas ai Funghi a la crema de funghi al tartufo (hongo – trufa) con mozzarella gratinada. Son 6 porciones bastante buenas, no generosas pero buenas. El sabor es un poco fuerte pero estaban bastante agradables. Lo recomendaría con algún vino.



El plato de fondo fue muy difícil de escoger porque habían opciones que no me convencían, fui a lo seguro con los hermosos y deliciosos gnocchis. Fueron unos Gnocchis de Patate alla sorrentine con ragú (cuando dejan cocer carnes en sus propios jugos por horas) de ossobuco y mozzarella gratinada.  Estuvo bastante bien pero no extraordinario, de hecho el osobuco se sentía poquísimo y bueno los gnocchis estaban ricos.



Tuve que pedir una canasta de pan para poder comer el plato de fondo porque no me parecía encantador, además de agregarle orégano y aceite de oliva para que los sabores encajen en uno solo y se vuelva aceptable.

Lo peor del plato de fondo es que lo sacaron muy caliente, ¿Para qué quiero un plato de fondo si no lo puedo comer? Realmente me parece atroz que lo sirvan hirviendo; entiendo que recién lo preparan pero debe de haber algo que puedan hacer para no quemarme la lengua ni las manos.

De hecho me dirán que soy un chillon y debería soplar pero si tengo hambre y tiene una buena pinta (pinta, no sabor) lo menos que quiero es esperar a que se enfríe, ¿verdad?

Para finalizar la cena ordené un Tiramisu de café, como cualquier otro. Sin magia, sin chispas y sin coito bucal.



En una calificación de 0 a 10, 7.5 quizás 8 pero no más.

El promedio por persona es S/. 60.00

¿Volvería?


Quizás, si no pago yo. 

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