Estoy emocionado por haber re activado mi blog y como buen
gordo no puedo esperar la hora para ir a nuevos restaurantes, huariques, entre otros.
Esta vez decidí ir a comer a L’Impasto, ese restaurante chiquitito
entre Av. Reducto y Calle San Martin. De hecho siempre que pasaba caminando por
ahí para buscar un taxi o con dirección al grifo decía: “Nunca he venido, debería
venir… se ve rico y acogedor”.
Llegue a las 8.30 pm aproximadamente y solo había una mesa,
de hecho el lugar es bien chiquito, tendrá entre 5 a 8 mesas y nada más. Me
senté en un rinconcito y fui atendido al toque, de hecho era algo lógico si no tenían
a quien más atender jajaja.
Como todo amante de las redes lo primero que hice fue
chequear las opiniones de #foursquare para darme una idea de cómo era la
cuestión ahí dentro. Digamos mi italiano no es bueno, la carta está en ese
idioma y era la primera vez que iba. Los comentarios de #foursquare no son para
nada buenos, de hecho 9 de 10 tienen algo malo, ya sea el servicio o la comida
pero bueno, yo ya estaba sentado ahí.
Nos dieron un abre boca basado en una masa media elástica-crujiente
que se supone debería haber pasado como pan al ajo pero no tenía nada de ajo y
nada de pan pero para juguetear con el aceite de oliva, funcionaba. No le tome
foto porque me moría de hambre.
Como entrada pedí unas Bruschettas ai Funghi a la crema de
funghi al tartufo (hongo – trufa) con mozzarella gratinada. Son 6 porciones
bastante buenas, no generosas pero buenas. El sabor es un poco fuerte pero estaban
bastante agradables. Lo recomendaría con algún vino.
El plato de fondo fue muy difícil de escoger porque habían
opciones que no me convencían, fui a lo seguro con los hermosos y deliciosos
gnocchis. Fueron unos Gnocchis de Patate alla sorrentine con ragú (cuando dejan
cocer carnes en sus propios jugos por horas) de ossobuco y mozzarella
gratinada. Estuvo bastante bien pero no
extraordinario, de hecho el osobuco se sentía poquísimo y bueno los gnocchis
estaban ricos.
Tuve que pedir una canasta de pan para poder comer el plato
de fondo porque no me parecía encantador, además de agregarle orégano y aceite
de oliva para que los sabores encajen en uno solo y se vuelva aceptable.
Lo peor del plato de fondo es que lo sacaron muy caliente,
¿Para qué quiero un plato de fondo si no lo puedo comer? Realmente me parece atroz
que lo sirvan hirviendo; entiendo que recién lo preparan pero debe de haber
algo que puedan hacer para no quemarme la lengua ni las manos.
De hecho me dirán que soy un chillon y debería soplar pero
si tengo hambre y tiene una buena pinta (pinta, no sabor) lo menos que quiero
es esperar a que se enfríe, ¿verdad?
Para finalizar la cena ordené un Tiramisu de café, como
cualquier otro. Sin magia, sin chispas y sin coito bucal.
En una calificación de 0 a 10, 7.5 quizás 8 pero no más.
El promedio por persona es S/. 60.00
¿Volvería?
Quizás, si no pago yo.
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